sábado, 14 de marzo de 2009

NOTAS Y NOCHES

Te despiertas de una larga noche de bares que duró no más de un cuarto de hora o, eso te creías. En el apartado de notas del móvil ves cosas escritas. Varias notas y la última apuntada: una dirección de blog y un nombre. Por desgracia no recuerdas ni al propietario ni tampoco haber anotado su blog. Maldices al inconsciente que no sabe de ladrones y va prestando tus posesiones a cualquier postor disfrazado de bailaor. Sea lo que sea, te gustan esas noches en que nada es real. Y si dices esto es porque nadie se quedó tu móvil, no nos vayamos a engañar.

Noches, que las piensas y dices: qué gran noche la de ayer (mientras ahogas el mareo debajo de tu almohada). Te parece que amaneces de un sueño pero como los sueños, a medida que vas tomando conciencia, mientras desayunas (o comes) se te van apareciendo escenas y algún que otro recuerdo. Algunos no encajan, otros te hacen gracia, de muchos te arrepientes y otros tantos son de tu agrado. No te acuerdas de casi nada, pero no importa, te dejaste llevar. Te perdiste en el local y ni te inmutaste. Jugabas con tu sombra al invisible y al final, desapareciste viajando a la nada. Olvidaste la mente en una sala mientras bailaba tu cuerpo al lado de otra barra.

Viste un conocido y sin pelos en la lengua le dijiste algo que él habría deseado no escuchar. Y tú por supuesto, no decir. Tres horas antes no se te habría escapado pero os cruzasteis cuando la diplomacia ya se te había perdido por el camino. Un disgusto, sobre todo para él. Y si el aludido lee, que no se lo tome a mal, porque le avisaste alguna vez que los niños siempre dicen la verdad.

Conversabas con mafaldas y granjeros de camisas remangadas y un sin fin de disfraces bajo los que ocultaban las identidades. Te fijabas y aún así, no divisabas! Y el tipo de sombrero saludó ¿quién es? - pensabas.

Habló cuando paraste de bailar, en el momento que no sonaba ese estribillo que a ti tanto te gustaba. Te contaba no sé que y cuando llevaba varios no sé cuantos le pidió tu mirada un resumen de intenciones. Se acercó un poco más, parecía que fuera a contarte un secreto y sin duda, eligió el mejor lugar, frente al altavoz. No oías nada y tampoco importaba pero le dijiste, que tranquilo y te alejaste unos centímetros dándole a entender que sabrías leer sus labios aunque nunca fueras a besarlos.

Marcabas el compás de la inconciencia en cada paso que dabas. Andabas y bailabas mientras sonaba “no you girls” en tu cabeza ¿o en la sala?, qué más da. De golpe te subió a la melena una ebria ilusión, las ganas de abrazar. Y si no recuerdas mal el último lo diste 36 meses atrás.

Hoy sólo resta un vago recuerdo, la visión miope de una noche para colgarte de un broche. Parece que ayer hubo una fiesta en la que estuviste – dice la voz que merodea por tu mente.
Supiste con quien empezaste la noche, lo demás llegó después. Pero suerte de esas noches que se agotan y que las notas prolongan.

De notas y noches…hablas a veces.

4 comentarios:

  1. Es el momento. Siempre el momento en que se pierde la consciencia y ya da todo lo mismo, en la que se confunden sabores y colores, en la que todo es mentira. Pero me gusta la mentira.

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  2. ya vesss, vaya tajaaa! Y esto q decía q el viernes hacía una peli con didi....

    per cert, lo de miope te va como anillo al dedo! ;)

    PD. ANÓNIMOO

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  3. sara y sus tajas...ya van siendo amigos intimos...muy bien!!asi me gusta q disfrutes de tus noches y no dejes atras esas copas q cuestan taan poco subir!!
    el finde q viene...taja with me!!

    Ginaa!

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