lunes, 13 de abril de 2009

ATREVERSE

Abrazada a la almohada un día te despiertas con ganas de atreverte. Piensas - hoy quiero ser valiente.

Qué fácil soñarlo, toda una aventura materializarlo.

Tantas cosas allá fuera te llaman para que salgas pitando. Pero hoy sales a buscarlo todo: lo que amas y lo que temes. Cruzas tu línea divisoria, esa que te amarra al deber. Atraviesas la calzada del vivir mirando fijamente al verde semáforo del placer. No hay stop que interrumpa la “S” de tus pasos, pues emborrachada estás de ilusiones. Has barrido las fronteras que limitaban tu existencia. Lanzas a la canasta del reciclaje una bola hinchada de ego. Te subes al ring de los infiernos y boxeas con tus miedos. Te arriesgas a perder y pierdes. Luego vuelves a tropezar con las piedras del ayer. Ensangrentadas las rodillas, arañado el yo al fin sientes el despertar. Ahora puedes preguntar ¿quién soy yo? Con la maleta preparada, vuelas rumbo a cualquier parte. Le das fiesta a la culpa. Sabes que sólo te quedarás esperando cuando esperes algo, por eso ya no esperas. Aprendes que lo bueno a veces hace mal y te abandonas a lo malo que hace bien. Sintonizan todos tus sentimientos porque ya no ocultas tus deseos. Te conviertes en espía de tus vicios, los persigues pero ya no los escondes. Te fumas los días de tu vida, con sabor a mentolado y humo en la nariz.

Decides no elegir ni vivir de los recuerdos. A la portería del presente chutas los lamentos del pasado. Haces más deportes. Sales a correr con tu compañera soledad. Sin prisa pero sin pausa, dando tiempo a entenderla. Pero ya no te asusta. Guardas la razón en los bolsillos y sacas las emociones. Usas sólo la razón para decir que no hay razón para sufrir. Aún así padeces porque te has lanzado al dolor. Lloras hasta exprimirte y sin reprimirte.

Caminas por la vida con lo puesto, desmaquillada tu sonrisa; imperfecta pero cierta. Hoy te atreves a ser feliz. Miras a la cara al dolor hasta que desvía su mirada, has ganado la jugada. Y qué más da. Y es que las verdades mentirosas no se aguantan, son tan flacas como su veracidad y al final se adelgazan hasta desaparecer. Vives sin justificarte. Sientes sin saber porqué, sin saber el fin, intuyendo un principio.

Sólo sabes que un día lo lograste y te vino a la mente esa mañana que te levantaste con ganas de atreverte.

4 comentarios:

  1. De eso se trata la supervivencia. Aguantar y seguir adelante.

    ResponderEliminar
  2. De consumismo también se vive, y qué difícil ser valiente... Tú siempre encuentras las palabras adecuadas Donga!!!

    Tengo ganas de veros ya Lisss!!!

    ResponderEliminar
  3. visto y leído!
    en TÁRRACO te comento q me ha pareSidoo! ;)

    ( Y NO SOY QUIEN CREES Q SOY )

    ResponderEliminar
  4. me encanto leer...me hace mucho sentido...gracias...

    Rodrigo, Chile.

    ResponderEliminar