domingo, 19 de abril de 2009

TRIUNFAR

Artistas, genios, locos apasionados se juntaron en el París del s.XX. Poesía, pintura, escultura…el arte corría como el vino en los cafés más bohemios de la ciudad.

Algunos crearon y se crearon a sí mismos. Otros sólo supieron destruirse. Hubo dos artistas por ese entonces, ambos pintores aunque nunca amigos: Picasso y Modigliani.

La rivalidad entre ambos, “Modi”- que así llamaron a Amedeo Modigliani sus amigos -la calmaba con irreverencia, alcohol y la ahogaba al final, con su propio orgullo.

Los dos vivieron sobre el mismo escenario, se dedicaron al mismo arte pero algo marcó la diferencia entre ambos: el éxito.

Mientras Picasso vivía cómodamente rodeado de sus cuadros, de los aplausos del público, la ostentación y el reconocimiento; Modigliani malvivía sin apenas beneficio, ajeno a los lujos y más cerca de la bohemia pintoresca de París que de los placeres caros.

La muerte tocó a su puerta mucho antes que la gloria. Fue post mortem cuando su obra alcanzó el éxito.

Y es que triunfar tiene forma. El triunfo sería como dibujar un círculo que a veces se hace vicioso. Los que lo poseen lo siguen engrosando mientras que aquellos que lo desean, demasiado es que lo están soñando. Todo artista tira al aire una moneda, con su cara y con su cruz. La suerte y el azar entran en el juego de sus vidas. Picasso tuvo cara en todo, Modigliani vivió la cruz.

Muchos tienen talento, no todos el reconocimiento. Pero ¿qué mide el éxito? ¿Qué significa el reconocimiento?

Supongo que hace falta estar en la piel del artista. Sentir lo que tantos como Modigliani, Rivera o Van Gogh pudieron experimentar en vida. Artistas que vivieron por y para su arte, que creyeron en ellos mismos porque persistieron. Muchos vivieron en un mundo de alucinación continua, de autodestrucción, desesperanza y permanente borrachera.

Lucharon a su manera, entre glorias y miserias. Algunos perdieron el sentido pero nunca la razón que les movía a vivir. Nunca abandonaron su arte y posiblemente sea ese el mayor triunfo que pueda alcanzar el ser humano. Triunfar, a veces no es lo que alaba la mayoría.

4 comentarios:

  1. A veces, el reconocimiento personal y de los más allegados y queridos puede llenar más que el reconocimiento del gran público. El secreto está en ser fiel a uno mismo y no venderse por cuatro lujos.

    Los lectores de este blog ya reconocemos tu arte; no te obsesiones en llegar al gran público, estoy segura que algún día será éste el que llegue a ti.

    ¡Ánimos, artista!

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  2. donga de aqui un tiempo podras escribir nuestras canciones!! (tendremos que buscar vocalista por eso...pq si depende de nosotras..mal vamos!!)


    vamoooooooooo franciiii

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  3. muchas veces olvidamos q existe el reconocimiento-bien-pagado y el reconocimiento-admirado!

    la diferencia es q uno de ellos, solo uno, vivira en su nube de lujo y desemfreno.=)

    un beso donky!!

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  4. la tengo pendiente de visionado...me da curiosidad esa peli, la verdad!

    Bss

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