viernes, 24 de abril de 2009

QUIZÁS NO TE CONOZCO

Sé que eso es lo que piensas y de veras me alegro si con ello, te quedas más contento. Aunque dime ¿acaso importa cuando…

…dices que trabajas y suenan goles de fondo.

Cuando dices que no has fumado y me giro para no ver el cenicero que parece una chimenea.

Cuando estás preocupado y lo traduces diciendo que estás cansado.

Cuando te cruzas de brazos haciéndote el ofendido porque no sabes pedir que esté pendiente.

Cuando vienes cargado de tristeza y te disfrazas de carcajadas.

Cuando tienes miedo y tu voz suena aún más grave.

Cuando los celos se quedan adentro y sólo sacas el sarcasmo.

Cuando cambias de tema porque has olvidado a qué hora hemos quedado.

Cuando te emocionas pero te contienes.

Cuando otros halagan tu arte y haces como si no le dieras ninguna importancia.

Cuando miras por el rabillo del ojo a las suecas que pasean. Yo mientras, me hago la sueca.

Cuando tu mirada entrenada de indeferencia actúa cuando ves que otro me da un abrazo.

Cuando te sientes un gallina y te vistes de gallito.

Cuando llegas tarde pero no admites que eres un presumido, demasiado para un tipo tan duro! El tráfico - me dices - y yo contesto que sí mientras pienso que las prisas le dan un aire a tu camisa que combina bien con tu sonrisa.

Cuando me observas un buen rato pensando que no veo a través de esas gafas de sol que llevas, creyendo que son tan opacas como la cáscara de un mejillón.

Cuando empiezas un "te quiero" y lo derrites con un "¿te apetece un helado?"

Cuando te pones algo cursi y tu orgullo te castiga.

Cuando logras ser el hombre de hielo y tu mirada irradia el calor del triunfo por haber logrado lo que nunca serás pero, que tan bien has interpretado.

Cuando te hago cosquillas pero no te ríes, no vaya a pensar que eres todo débil.

Cuando dices – yo no espero nada - con la mirada de los niños en la mañana de reyes.

Cuando te abrazo por la espalda y finges que no te gusta.

Cuando lloras a escondidas y el alma te delata porque se siente perdida.

Cuando te despistas volviéndote tierno y niño algunos segundos. Tu mirada me pide que no delate el breve descuido. La mía te responde: descuida!

Cuando dices B después de que yo diga A, por fastidiarme nada más.

Cuando sentir de verdad desconcierta tu absoluto "yo" pero ante todo que nadie se entere. Sobre todo, yo .

Cuando me declaras la guerra sólo por el afán de ganarla.

Cuando me maldices en silencio porque te presento como un amigo.

Cuando dibujas corazones en la arena y los difuminas antes de que llegue.


Por todo esto y algo más, de vez en cuando me gusta guiñarle a la vida. Tal vez trate de alegrarte y sin duda, engañarte cuando digo : quizás no te conozco.

7 comentarios:

  1. Quizás no he leído uno de los posts más entrañables que me pueda imaginar...

    ResponderEliminar
  2. si esto te parece entrañable es que tienes un problema vital

    ResponderEliminar
  3. cuando quieres odiarle pero es más fácil quererle

    ResponderEliminar
  4. Querido anónimo con este post mi intención era hablar de las técnicas que usa el ser humano para maquillar su fragilidad. A veces lo consigue, otras no.

    La línea que separa el amor y el odio...lo dejaremos para otro momento. Pero sin duda, no era este el caso.

    Un saludo y gracias por dar tu opinión.

    ResponderEliminar
  5. Cuando te das cuenta que no debes dejar morir alguna vieja tradición....

    ResponderEliminar
  6. Cuando te olvidas detalles intrascendentes que resulta que no lo son.

    ResponderEliminar