sábado, 23 de mayo de 2009

UN CEBO EL PLACEBO

Me contaron el otro día una historia que a medida que avanzaba sabía que la acabaría contando, creo que son de esas anécdotas que merecen la pena explicar. Quizás no tanto por lo que se narra en ellas sino por lo que se calla de ellas, lo que significan diría yo.

Se juntaron varios amigos en un bar. Serían unos tres o cuatro pero luego se sumaron varias amigas de uno de ellos. Enseguida el líder del grupo supo quien de las desconocidas llevaba rimel de la marca ingenuidad. Empezó a hablar con ella, primero de temas banales, como suele hacerse hasta que la conversación se trasladó al tema de la noche y las múltiples variantes que la hacen entretenida y ebria, para qué engañarnos. Salió a la luz la reina por excelencia, esa tan cara, la preferida de la otra reina de las tops, quien sino es Moss.

La chica, que escuchaba con atención, se moría de curiosidad oyendo hablar con tanta soltura al amigo de su amigo así que se lanzó y le preguntó - ¿tienes un poco aquí?

Él, que definitivamente vio que ella era incapaz de leer entre líneas, decidió darle una lección y con toda la calma del mundo le respondió: - claro ¿quieres un poco?

Los ojos de ella se pusieron como platos y no de sorpresa precisamente sino, más bien del pasmo que siente todo niño cuando le anticipan que va a venir el hombre del saco.

- No quiero, pero me gustaría verla. Nunca la he visto – dijo ella después de unos segundos de digestión mental.

- Muy bien, pues iré al lavabo un momento y en cuanto vuelva te la enseñaré – dijo él aguantándose la risa.

Se fue entonces directo a la barra del bar. Pidió un poco de polvos talco para su supuesta novia que era muy patosa y se había tirado un cubata encima. Se lo pusieron en una servilleta y él lo envolvió con cuidado y se lo metió al bolsillo.

Volvió entonces a la mesa donde ella lo esperaba entusiasmada aunque con cierta culpabilidad en la mirada.

- ¿Me la enseñas? – le recordó ella.
- Sí, pero vayamos a ese rincón mejor. No quiero que la vean todos ¿sabes? – mintió él.

Se fueron a una esquina del bar donde también había algún foco que iluminaba mejor la zona. Sacó la servilleta y le enseñó el contenido. Ella se quedó callada unos instantes como quien se planta delante de la Mona Lisa y piensa ¿así que esto es de lo que todos hablan tanto?

- La puedo tocar – pidió ella
- Por supuesto – intentó responder todo serio él
- ¿Te gustaría probarla? – le animó de nuevo él
- No debería, no lo he hecho nunca – se lamentó ella

Estuvieron un rato hablando de cosas ajenas a los polvos blancos (o ¿debería decir talcos?). Bueno, por ahora qué más da.

Pasaron de conversar con palabras a dialogar con miradas y pareció que resultó muy efectiva dicha conversación.

Él entonces rompió el momento y le susurró:
- me acompañas al lavabo – mientras sacaba de nuevo la servilleta hecha una bola para indicarle por donde iban sus intenciones, no fuera a confundir entre tanto humo y oscuridad.

Finalmente y producto de un arrebato, ella dijo sí. Se fueron al lavabo y él le dejó preparado un recto caminito y le indicó como debería recorrerlo su nariz.

Con restos de libertinaje en la nariz, ella sonrió satisfecha. Pero enseguida le entró el pánico y empezó a preguntar ¿no sería mucho para mí? Era la primera vez y…pero le cortó en seco él, empezó a perfumarla de tranquilidad hasta que se calmó. Se la llevo de nuevo con el grupo y le dijo: disfruta de la noche.

Estuvieron un buen rato todos juntos pero cuando la mente de ella ya había maquinado suficiente le subió un sudor frío a la frente, el corazón le daba puñetazos desde dentro, el nerviosismo se apoderó de todos los músculos y entonces, todos le preguntaron ¿qué te pasa?

Se levantó sin saber qué decir, bueno sí sabía lo que era, sin embargo sentía vergüenza. Ella no era así. Al final él tuvo que decirle que la había engañado cuando ya se la llevaban en la ambulancia pero tan tozuda como curiosa, ella creía tener todos los síntomas que produce la cocaína. Se la llevaron al hospital y fue el doctor quien le confirmó lo que aquel desconocido le había desvelado un rato antes. Qué cabrón – pensó - y el efecto de los talcos se le pasó.

Una historia que hace gracia siempre y cuando no seas ella. Y no lo digo por la ingenuidad ni la broma de la que fue protagonista. Lo digo por algo aún peor, la limitación.


Ser esclavo de la mente, esa es la peor droga. La ironía de la vida nos demuestra que esas barreras que ponemos son las mismas que nos llevan al dolor. Por querer evitarlo nos zambullimos en un baño de sufrimiento. Entonces llega el escarmiento.

Nos podríamos reír de lo poco hábil que fue ella para darse cuenta que todo era una broma pero ¿Cuántas veces nos han hecho sufrir situaciones que sólo duelen en la mente?

Sin duda los pensamientos juegan con nosotros al placebo…mucho más de lo que lo hizo él. No me cabe duda.

Igual que ocurre con la libertad, que nadie viene a quitárnosla desde fuera. Somos nosotros los que nos autolimitamos. Marcamos nuestros límites aunque luego preferimos echarle la culpa al exterior. Es más fácil.

Sin duda, nada es tan nocivo como esos pensamientos llenos de cadenas que nos llevan al placebo.

De cebos y placebos, iba esta vez. Me ha hecho gracia esta historia de sustancias que no venden en farmacia, aunque no por eso os la cuento, sino porque considero que también tiene sustancia.

viernes, 22 de mayo de 2009

UN POCO DE FOLK



Nos visitó en la Sala Be Cool (Barcelona) el pasado miércoles este cantautor californiano. Suena Ain’t no reason en la sala y ahí me doy cuenta que este artista folk sabe ponerle a uno los pelos de punta. Se llama Brett Dennen y el próximo lunes estrena disco “Hope for the hopeless”. Ya saben, si necesitan una dosis de “sentir” sin duda él es el remedio, vayan a por él (el cd).

Esperamos que vuelva pronto por España. Así da gusto sentir!

jueves, 21 de mayo de 2009

NICE TO MEET YOU




He dudado entre el “nice to meet you” de los Stones y éste pero escuchando la letra, rápido me he decidido cuando lo siguiente he leído…

…We..re happy in this world, all these days seem really short. We could go to see the show, i..d never tried this before. Then you turn like a spintop, kiss me i fall, i..ve lost control. I said darling, you said stop, ..cause we were just two friends in lust.

Me ha gustado y quién sabe si valdrá la pena el haberte conocido. Permíteme que dude de lo que desconozco mientras tarareo con Polock “nice to meet you”.

miércoles, 20 de mayo de 2009

RAyBan


Como la energía, hay cosas que ni se crean ni se destruyen únicamente, se transforman. Las armaduras del ayer son las Rayban del más actual de los presentes. La marca que mejor esconde mi fragilidad en esos días que me hacen falta guardar bajo el cristal cierta ausencia que me brilla en la mirada.

martes, 19 de mayo de 2009

BESOS


Besos que das con el corazón aunque no con los labios.
Besos sellados de ilusión.
Besos con pasión que no, amor.
Besos con sabor a decepción.
Besos que presentan torpeza.
Besos que saben a placer.
Besos que se dan sólo porque son prohibidos.
Besos que entrelazan el dolor.
Besos que anticipan el final.
Besos que sustituyen otros labios.
Besos que engañan sentimientos.
Besos que guardarías en un cajón.
Besos que imaginas en tus sueños.
Besos que pronostican amor.
Besos que siempre serán eternos.
Besos que acelerarías con tal de acabarlos.
Besos que vives a escondidas.
Besos con tacto de seda.
Besos dados por fuera pero que, vibran dentro.
Besos acolchados en sensaciones.
Besos vestidos de un largo curriculum.
Besos que no son de silicona pero sí artificiales.
Besos que te hacen sentir.
Besos que denotan que han leído a Shakespeare.
Besos sinsentido.
Besos que respiran grados descorchados en tus labios.
Besos que los piensas más que sientes y maduras en tu mente - no habrá repetición.
Besos que ocultan complicidad.
Besos como huevos Kinder, dulces x fuera, huecos por dentro.
Besos que das cuando trasnochas y olvidas de buena mañana.
Besos que se esfuman como el humo.

Como tantas cosas en la vida, los besos también se pueden pintar de muchos colores. Distintos son los tipos, tantos como a la gente que puedes llegar a besar: infinitos y porqué no , únicos. Pero sin duda, los besos que más me gustan son aquellos que a penas tienen sentido. Que bailan con la nada. Que son irracionales. También son los que más me preocupan porque cuando mato a la razón, los sentimientos salen al balcón, de nuevo ha llegado el amor. Florece como las plantas del jardín; colorido, rebosante de vida. Por eso no entiendo a los que me preguntan ¿qué sentido tuvo ese beso para tí?. No saben quizás ellos que si algo significa, es porque los pienso más de lo que los siento. Son de esos que van directos a la lista del montón. Pero cuando ni yo misma sé que ocurre, es cuando empiezo a temblar porque no soy capaz de pensar…sólo de besar.


viernes, 15 de mayo de 2009

OLVÍDATE DE TI



Un artista al que me confieso adicta. Sabe su música mejor que la miel aunque, ni mucho menos sea dulce o empalague. Te deja sabor a puro sentimiento, hace que apetezca en cualquier parte. Todo un arte, el de este cantante.

Un rebelde con causa, cantautor de honor. Son sus letras afiladas, cortantes de ironía. Juega a ser malvado, sus historias reflejan verdades agudas tan sinceras, como reflexivas.

Te afina los pensamientos este poeta de las notas. Solfea realidades dando voces cultivadas en liceos donde los profesores son la calle y la ciudadanía. Un tipo con pinta de enrollado que desenreda sentimientos cuando peina su guitarra. Hilarante y atrevido. Me gusta, sin duda, su surtido.

“Insisto” su último disco. Olvídate de ti , cantada por él mismo.

Títulos muy recomendables: "Filatélico, numismático", "Julia Roberts", "Luna", "Malaputa", "No hay sexo seguro", "Berlin est" , "Mosquetera", "Rompiendo el hielo", "Calma"...

No podrás olvidarlo a él, así que insisto, olvídate de ti mientras suena Rafa Pons. Será el próximo 5 de junio en Apolo.

martes, 12 de mayo de 2009

ESTORNUDAR


Hoy pensaba cuantas cosas tienen en común el estornudar y el querer. Ambos son actos involuntarios. Ocurren de forma inesperada. Duran a penas unos segundos. Te producen cosquilleo, uno en la nariz otro más adentro. No obstante, la mayor similitud entre ellos reside en que en esos escuetos instantes, por acto reflejo, solemos cerrar los ojos. O lo que es lo mismo, nos quedamos ciegos. Es la primavera, cuando la sangre altera, qué casualidad, también la época en que más estornudamos. Pasa a veces que estás a punto de estornudar y se corta de repente, sí, también nos quedamos a las puertas del querer. Más vale tener a mano un kleenex, para los dos casos. Inmunes al estornudo y al querer, unos dicen achús otros persiguen a jesús!

domingo, 10 de mayo de 2009

OXIMORON

El mundo es oxímoron. La vida es una mera contradicción. Todo lo que afirmo, también lo desmiento. Pero sin duda comprendo mucho mejor el mundo, cuando ni yo misma lo entiendo. ¿Será todo esto una mentira verdadera? Prefiero que sea una verdad mentirosa…aunque ¿qué mas da?

Paseando por la vida te das cuenta de unas cuantas cosas. Entre ellas, cuando ves a esas personas que viven muertas. Dan ganas de decirles – despierta y siente – aunque no sea de por vida. Un instante será bastante.

Luego ni tú misma entiendes porque un hombre amargo a veces te sabe sólo a ti dulce. Te consuelas pensando que aunque te guste eso no significa que sea el amor de tu vida. O esas personas que tanto quieres y te duele cuando muestran una visión tan cegata de la vida. Otras veces piensas cosas que te producen dolor y al final, te planteas si resulta placentero ¿sino porque lo hago? – recapacitas.
Y esa suavidad que otorgan algunas caricias y a ti únicamente te recuerdan a aquellas barbas tan rasposas. Mejor las ocasiones que te da por reírte de la valentía del cobarde o al detectar la debilidad del fuerte. Sin duda, estás de suerte! Sin embargo, ya no hace tanta gracia cuando unas palabras cálidas te pillan de improviso y te hielan las ideas sin saber qué decir. Pero sin lugar a dudas, dan más pena las que pasean su delgadez demostrando un sobrepeso de fragilidad en sus mentes. Supongo que los gritos suenan sordos en sus oídos. Quizás prefieras escuchar los que hablan de crecer estando de vacaciones en Nunca Jamás. Menos entretiene el conocer gente que irradia simpatía porque oculta una personalidad empobrecida de riqueza. Y segura estás que con su dinero les visita la diversión a menudo aunque ello no implique el acto de presencia de esa amiga llamada felicidad. Es entonces cuando el hielo de las copas quema las gargantas. Todo tiene algún sentido cuando andando por la cuerda floja, se rozan los extremos. Y sino recuerda que aunque ya no te acuerdes de él eso no es sinónimo de que lo hayas olvidado. No me digas que te olvidaste de recordarlo; hablamos de contradicción otro día, de ficción. Si a él lo quieres, aun peor, porque significa que lo odias a la vez. Y te odias a ti por las veces que reciclas los momentos que deberías haber tirado al container. No te avienes con los que buscan un ápice de realidad en el País de las Maravillas. Prefieres sin dudarlo, a las Alicias.

Dudo que lo haya dicho todo, quizás no he dicho nada. Sólo pensaba en lo ilógico que es buscarle siempre una razón llena de lógica a las cosas. Cierto es, no nos engañemos, que suele ser lo habitual darle una sinrazón a nuestra razón. No diré, pero lo diré, y es que somos oxímoron. Sin duda la mejor contradicción que he encontrado hasta ahora. Esta vez no miento, tampoco digo la verdad. Es tan sólo una opinión.

sábado, 9 de mayo de 2009

CRAZY



Dicen que las mezclas pueden resultar explosivas. Eso mismo he pensado cuando escuchaba una de Paolo Nutini.

Este escocés con genes italianos es sin duda un personaje para recomendar. Con tal sólo 22 años pisa fuerte en el mundo musical. Su voz astillada recuerda a la madera sin lijar, a la vista ya lo ven, al oído una delicia.

Algunas de sus melodías, son sedantes para las neuronas otras las agitan con alegría.

No dejen de escuchar títulos como Jenny Don't Be Hasty, These Streets, New shoes o Loving you.

Les dejo con el crazy de los Gnarls Barkley reversionada por Nutini. Porque la vida sin una dosis de locura ni es tan graciosa, ni a penas tiene sentido.

jueves, 7 de mayo de 2009

EL CANTANTE

Anoche puse mi corazón en venta. Dejé colgados los colores azulgrana, chuté mi afición por una noche. No estaba yo en el estadio azteca para ver a los jugadores mientras se dejaban la piel en otro campo. Me arde – pensé

Me fui a ver al especialista en almas, ese que es mecánico de karmas. Un coctel de alegría, tan saludable como mi gin tonic.

Le pone siempre un velo de poesía a las realidades, dibuja de fantasía este mundo arañado. Nunca fue como los demás y ya sabe él que eso nunca está de más.

Le inspira sus letras una flaca, se rodea de bombones que licor no llevan pero sí, veneno en la piel. Aunque el chocolate, más que masticarlo se lo fuma él. A los bombones se los merienda con esa sonrisa de truhán. Se conforma con media Verónica, disimula indiferencia y así, la gloria se le duplica.

Se siente en la pista suelto como el salmón. Juguetón y cómodo, en su salsa entre aplausos y ovación. No se quita sus rayban y le cuesta algún que otro tropezón. Es lo que tiene ser estrella del rock. No parece un loco aunque lleve la melena alocada. Su look es simplemente auténtico, con un Osborne estampado en la guitarra, un mensaje sobre Elvis en la camiseta, parece el cabecilla de una banda de rebeldes que se encargan de llevar a cabo los “crímenes perfectos”.

Entusiasta, bromista y argentino sin duda, ha nacido para ser cantor. Mi enfermedad de por vida, el cantar – diría.

Y es que cuando todo se pone del revés, la receta es escuchar a Andrés. Porque aunque él nunca te diga - te quiero igual - a cambio de tu amor te regalará una montaña de dolor. El consuelo de cualquier galán o milonga del trovador.

Hace calor – dicen en el Auditori – pero estoy segura que es esa mezcla de una voz rasgada, letras insolentes, instrumentos al compás, las ganas de Andrés y todo lo demás lo que nos abriga aquí dentro.

Ayer cuando te conocí de nuevo, Andrés – pensé - me estás atrapando otra vez.

Buena suerte y hasta luego, argentino y Calamaro.


lunes, 4 de mayo de 2009

VERANO

Cuando entra esa brisa fresca a darte los buenos día.

Cuando las horas de luz se alargan y pierdes la noción del tiempo.

Cuando sales a pasear en tirantes y lino.

Cuando prefieres una cerveza bien fría en la terraza de cualquier bar.

Cuando le añades hielo a tu cortado.

Cuando las gafas de sol se convierten en tu mejor aliado.

Cuando abren el chiringuito de la playa de Masnou.

Cuando paseando por el centro te tomas un helado.

Cuando el mejor perfume es el agua marina.

Cuando cambias bufandas por shorts.

Cuando los árboles lucen frondosos.

Cuando contraatacan los mosquitos.

Cuando prefieres hacer la siesta en la playa.

Cuando en el menú del día pone: Gazpacho.

Cuando se agradece el aire acondicionado.

Cuando llegan manadas de turistas.

Cuando te pasas el día en bikini.

Cuando molesta más la melena.

Cuando el sol te regala pecas en las mejillas.

Cuando los escaparates se visten de colores.

Cuando vas con poca ropa.

Entonces piensas...ya se acerca el verano!

domingo, 3 de mayo de 2009

COMPRADORA COMPULSIVA

Hoy es uno de esos días en que te sientes caprichosa. Sales a la calle con ganas de comprar ilusiones, de gastarte las preocupaciones, de sucumbir al consumir.

Se me ha ocurrido pasear los escaparates de Rambla Cataluña, he curioseado en el Borne y nada, no encontraba lo que quería. Pero como tantas veces ocurre, cuando andas detrás de algo nunca aparece. Sólo en esos días que vas acelerado, pensando en tus cosas es cuando se te pone delante de tus narices, exactamente aquello que buscabas. A mí me pasa a menudo, no sé a vosotros.

Me he parado a pensar en lugar de callejear. ¿Dónde podría encontrarlo? – me decía.

De repente y, sin saber porqué, lo he sabido. No he dudado ni un segundo porque sabía que allí lo encontraría seguro. Y efectivamente, nada más entrar me ha dado la sensación de que estaba allí esperando a que yo llegara. Tal cual la había imaginado. Una bufanda sencilla pero llena de los besos que me das y acaloran el cuello en invierno. Tampoco he podido decir que no cuando he visto el sombrero que lleva tus locas ideas. Ni al abrigo que me envuelve dándome tus grandes abrazos. Ya lo tenía todo, bueno eso creía. Se me olvidaban las gafas con tu mirada hilarante y el maquillaje que empolva con tus caricias mis mejillas. ¿Algo más? – me ha preguntado una voz.

Sí, también me quedo ese cd. Para cuando voy en coche escucharte cantar los "te quiero" siempre tan desafinados.

Sin duda han sido las mejores compras, esas que no encuentras en las tiendas. Esas que te dan las personas sin pedir nada a cambio. Seguro que cuando me has abierto la puerta y te he dicho que venía de compras habrás pensado que estoy loca. Y así es, loca por las compras. Aunque no esas que tú te crees.